Entre los más de 2.000 destinos existentes en la actualidad en lo que se refiere a los Viajes en Crucero, éstos se podrían clasificar en Cruceros Marítimos y Cruceros Fluviales.

Existen diferencias muy importantes, entre las que destacamos, de forma muy simplificada las siguientes:

- Los barcos pueden ser muy grandes con una ocupación alrededor de 2500 pasajeros a bordo, en ocasiones.

- Por lo general las travesías son nocturnas, llegando a los lugares de destino por el día, de esta manera se aprovecha para visitar las ciudades.

- Los trayectos de travesía suelen ser largas.

- Son muy importante las instalaciones, servicios, comodidades de la embarcación ya que son muchos los momentos que vamos a pasar en él.

- La ocupación está limitada, por lo general alberga en torno a los 200 pasajeros.

- Por el contrario que en los cruceros marítimos, generalmente el barco permanece en puerto durante la noche, sus salidas suelen ser por la mañana muy temprano en navegación al siguiente destino de nuestro viaje.

- Los trayectos en barco son mucho más cortos respecto a los que realizamos en un crucero marítimo.

- Lo bonito de este tipo de Crucero radica en el paisaje que se disfruta durante la navegación, incluidos monumentos de interés. Además de las visitas y/o excursiones programadas, el guía o los guías son muy importantes en este apartado.

- Las instalaciones y servicios de los cruceros fluviales son más limitados que los cruceros marítimos, también porque el tamaño de estas embarcaciones con menores, pero no a pesar de ello pierden importancia las instalaciones y servicios.